Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
DIARIO DE A BORDO



Comentario

Lunes, 10 de septiembre


En aquel día con su noche anduvo sesenta leguas, a diez millas por hora, que son dos leguas y media; pero no contaba sino cuarenta y ocho leguas, porque no se asombrase la gente si el viaje fuese largo.





Martes, 11 de septiembre



Aquel día navegaron a su vía, que era el Oueste, y anduvieron 20 leguas y más, y vieron un gran trozo de mástil de nao de ciento y veinte toneles, y no lo pudieron tomar. La noche anduvieron cerca de veinte leguas, y contó no más de diez y seis por la causa dicha.





Miércoles, 12 de septiembre



Aquel día, yendo su vía, anduvieron en noche y día 33 leguas, contando menos por la dicha causa.





Jueves, 13 de septiembre



Aquel día con su noche, yendo a su vía, que era el Oueste, anduvieron treinta y tres leguas, y contaba tres o cuatro menos. Las corrientes le eran contrarias. En este día, al comienzo de la noche, las agujas noruestaban, y la mañana nordesteaban algún tanto.





Viernes, 14 de septiembre



Navegaron aquel día su camino al Oueste con su noche, y anduvieron 20 leguas; contó alguna menos. Aquí dijeron los de la carabela Niña que habían visto un garjao y un rabo de junco; y estas aves nunca se apartan de tierra, cuando más veinticinco leguas.





Sábado, 15 de septiembre



Navegó aquel día con su noche 27 leguas su camino al Oueste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos cuatro o cinco leguas.





Domingo, 16 de septiembre



Navegó aquel día y la noche a su camino el Oueste. Andarían treinta y nueve leguas, pero no contó sino 36. Tuvo aquel día algunos nublados; lloviznó. Dice aquí el Almirante que hoy y siempre de allí adelante hallaron aires temperantísimos, que era placer grande el gusto de las mañanas, que no faltaba sino oír ruiseñores. Dice él: "y era el tiempo como por abril en el Andalucía." Aquí comenzaron a ver muchas manadas de hierba muy verde que poco había, según le parecía, que se había desapegado de tierra, por lo cual todos juzgaban que estaban cerca de alguna isla, pero no de tierra firme, según el Almirante, que dice: "porque la tierra firme hago más adelante".